Agradecer a la revista Humanum la publicación de está reseña que ha escrito alguien cercano, muy cercano a mi. El padre de mis hijos, mi compañero de vida, quien me corrige primero que nadie las faltas de ortografía.
El derecho a tener tiempo para leer en un ambiente de silencio que permita la concentración y la reflexión era lo que la escritora y activista Carolina Coronado reclamaba como camino a la igualdad.
Ahora que se cumplen 200 años de su nacimiento, la escritora Carmen Ibarlucea ha querido rendirle homenaje, en medio de una pandemia mundial, haciendo eso que se hace a solas y que también requiere óptimamente un silencio exigente. Aunque sea interior.
Yo, como persona cercana a la autora, la he visto escribir sus libros en medio de risas y carreras, rodeada de una infancia creativa y autodeterminada que es a la vez paz y disfrute, cuando la presión de su cuidado es compartida y no exclusiva. Dice Carmen, que la capacidad de concentración va unida a la capacidad de delegar, y también a la plena conciencia de tener derecho a la gestión del propio tiempo.
Este…
Ver la entrada original 741 palabras más