Me estalla la cabeza.
Miles de efímeros
y locos pensamientos
implosionan
desde la periferia.
Todo ese barrullo me habita.
Debo buscar una visión más nítida
Aguanto la respiración
y soy silencio.
Sonrío desde el caos
y escucho – ¡transmites tanta paz!
No hay paz. No soy paz.
No tengo paz.
Pero las miradas de las otras
nos construyen.
Y se cuentan historias
a partir de una sonrisa
que tú construyes
como una fortaleza.
